LA COMUNICACIÓN EN EL ANTIGUO EGIPTO
UNIVERSIDAD DE ESPECIALIDADES TURÍSTICAS UDET
ESTUDIO DEL ARTE
Pablo Guayasamín Yaguana
Quinto Semestre Carrera de Comunicación
LA COMUNICACIÓN EN EL ANTIGUO EGIPTO
La cultura egipcia nace alrededor de los 5000 años A.C, a orillas del río Nilo, siendo su principal productividad y economía la agricultura.
Existían las llamadas necrópolis que eran lugares donde se encontraban
enterrados los restos humanos, pertenecientes a culturas y civilizaciones
anteriores a la era cristiana que fueron excavadas a orillas del río Nilo.
En la cultura egipcia, el dibujo se convirtió en la estirpe de todas las
artes, cualquier obra arquitectónica sin importar su estructura o dimensión en
bajo o alto relieve, tuvo sus iniciaciones en los dibujos. Las obras o tumbas
tenían en común, que siempre tenían dibujos, porque según el pensamiento ideológico
religioso de los egipcios, era que debía existir la magia para caminar hacia el
más allá. Las necrópolis albergaban a las máximas autoridades o gobernantes del
Antiguo Egipto y estaban ubicadas en la región Sacara, al norte egipcio, cerca
de la pirámide del Faraón Zoser.
Las tumbas egipcias, particularmente empezaban con una capilla funeraria
que era dedicada al difunto con varias estancias, bajo la superficie conducía a
un pasaje que daba a una cámara fúnebre donde se colocaba el cadáver momificado
del faraón o autoridad de la localidad. Las estatuas que existían al interior
de las pirámides tenían que tener necesariamente escrituras, porque así indicaban
que personaje estaba ahí enterrado.
La destreza que caracterizaba a la cultura egipcia, era que fueron grandes
observadores de sus alrededores y en especial de la naturaleza, destacando esta
habilidad innata para graficar y representar a las aves del sector.
Las imágenes egipcias eran diferentes a las demás culturas, porque seguían una línea gráfica que no ha cambiado por más de 3000 años de historia, es un sistema de líneas que tienen el nombre de perspectiva-aspectiva, donde las figuras son representadas desde un ángulo característico, siguiendo unas estrictas normas como: “ El rostro humano siempre se ve de perfil, el perfil de una cara compuesto por una nariz, una boca, el mentón y el propio contorno facial, es mucho más expresivo que una expresión frontal, al menos según el gusto de los egipcios, el ojo aparece siempre de frente, ya que de perfil es reducido a un pequeño triángulo es apenas visible”. Todas las imágenes y dibujos egipcios siguen estas reglas inalterables.
Según la cultura de la tierra de los faraones y sus artistas, la figura
humana podía encontrarse en perspectiva cuando la una pierna tapaba a la otra y
esta hacía que desaparezca, pero si se olvidaban de la perspectiva, el cuerpo
aparecía de frente, el observador de la imagen, si podría mirar ambas piernas y
sabría con extrema seguridad que estas imágenes humanas tenían dos piernas, dos
brazos y el resto del cuerpo.
Los egipcios concebían que en el arte no había tiempo para la ambigüedad
por tal razón la imagen siempre reflejaba una pose estática, sus figuras
aparecían sentadas en una silla, quietas o a punto de dar un paso, pero en el
preciso momento en que iban a caminar, el objetivo principal era unir la
representación del movimiento, porque así se consideraba como algo efímero,
pasajero, transitorio y finito.
Mientras que la figura estática ofrecía un sin fin de probabilidades siendo la esencia y base del sistema gráfico egipcio que se aplica tanto a la escritura como a la iconografía. Toda representación tenía que ser la más duradera posible, nunca debía parecer efímera o volátil, siempre debía apuntar hacia la permanencia y continuidad eterna.
Durante 2000 años los sarcófagos fueron elaborados en madera que eran decorados con dibujos y fórmulas mágicas. El cuerpo cadavérico era momificado y el difunto descansaba en su interior preparado para desafiar a la eternidad. En algunas tumbas se han encontrado rollos de papiro, estos manuscritos pertenecían al “libro de los muertos”, cuyo nombre original es traducido como “El Libro a la Salida a la Luz del Día” Su misión fue el ayudar a los muertos a continuar con su camino y vida, en el más allá. Estos manuscritos contemplaban la presencia de 165 capítulos y su extensión superaba los 20 metros de longitud.
El libro de los muertos es una especie de guía para que los farones y acompañantes, se dirijan al más allá, era como un manual de como superar el juicio que ponía Osiris y viajar por el inframundo hacia la otra vida.
Este libro se compone de textos e imágenes que se complementan entre si
siguiendo un patrón regular muy diferente a los textos separados, las
ilustraciones no se representan en el relato, la imagen y el texto no se
acoplan en medida.
Cada imagen realizada en los templos y tumbas actúan como un signo gráfico
elaborado con helechos, patos, chacales, buitres, arroyos, bocas, etc. que son
signos jeroglíficos, pero también son figuras que se pueden identificar de
forma rápida a que elemento pertenece ya sea del campo, flora o fauna. Los
nativos cuando sintieron la necesidad de escribir tuvieron que necesariamente
aprender a dibujar.
Podían escribir de 35 maneras diferentes una palabra, podían ser alargada,
multiplicada o reducida al mismo tiempo, todo dependiendo de la necesidad de
expresión y comunicación. Los manuscritos egipcios siempre están bien
distribuidos, las columnas tienen una rectitud sorprendente y la longitud de
las líneas no varían y esto se da porque los escribas dominaban el juego de las
imágenes y signos gráficos y estiraban o acortaban las palabras dependiendo del
espacio libre que tenían.
Los egipcios utilizaban el mismo término para los verbos, escribir o
dibujar, decían 6 que se podría traducir como trazar. Esta raíz común confirma
la estrecha relación entre la escritura y el dibujo en el Antiguo Egipto.
El dibujante era el escriba de los contornos, y su especialidad era
perfilar el perímetro de las figuras.
Entre ambas profesiones no existía una caracterización clara, el escriba
dibujaba y el dibujante escribía. Combinaban con destreza el texto y las
imágenes dominaban los lenguajes, sabían escribir, no había una distinción clara
entre los oficios de escriba y dibujante.
En el Antiguo Egipto el estudio minucioso de los monumentos funerarios, ha
permitido descubrir que los mismos dibujantes que decoraban las paredes de las
tumbas debían también escribir las leyendas jeroglíficas.
Gracias a Champollion, hoy en día se puede entender la escritura
jeroglífica egipcia, y a través de los tiempos no solo se ha descubierto de
grandes errores ortográficos, sino también errores de gramática. Es evidente
que ciertos artistas que dibujaban, no sabían escribir muy bien, poseían un
conocimiento rudimentario del signo gráfico, siendo mejores dibujantes que
escribas.
Existió una categorización de escribas que se dedicaron a la transmisión de
textos literarios de carácter moral y son los famosos textos sapiensales, que
regían para las futuras generaciones. Los autores de estos escritos formaban
parte de un grupo de élite, por lo tanto, los escribas eran considerados un
poco mejor que los dibujantes.
Los pigmentos que utilizaban escribas y dibujantes con más frecuencia para
dibujar eran los de origen mineral, que se podían obtener con mayor facilidad.
Los ocres y todos los elementos que contenían una especie de cobre se
encontraban en el medio natural. Los ocres eran los colores más estables, así
como los rojos y verdes. Los colores oscuros se obtenían del humo y eran mucho
más inconsistentes, a veces solo se borraba con pasar la mano y eso explicaba
que su conservación no era la ideal en muchas ocasiones.
La mano de obra de las edificaciones egipcias era dividida en dos grupos de
sesenta hombres, a los que se sumaban los escribas y capataces que tomaban
lista y organizaban las actividades y el trabajo en cada grupo dejando
plasmados sus labores en los papiros que se descubrieron a través del tiempo.
Los diseños que cubrían las paredes y columnas, se basaban en las imágenes de
los libros funerarios de la época, que eran el libro de los muertos, el libro
de las cavernas y unos cuantos libros funerarios que generalmente eran
compuestos de 12 capítulos y que correspondían a las doce horas de la noche.
El sistema gráfico egipcio combinaba imágenes y signos de escritura a lo
largo de su historia, que son más de 3000 años.
(Mega Arqueología, 2015)
Bibliografía
google. (s.f.). Cultura Egipcia imágenes.
Obtenido de Cultura Egipcia imágenes:
https://www.google.com/search?q=el+libro+de+los+muertos&tbm=isch&ved=2ahUKEwiv3dTgmObxAhV3YjABHeyFC9EQ2-cCegQIABAA&oq=el+libro+de+los+muertos&gs_lcp=CgNpbWcQARgAMgQIABBDMgQIABBDMgIIADICCAAyBAgAEEMyAggAMgIIADICCAAyAggAMgIIADoHCCMQ6gIQJzoFCAAQsQM6BAgjECdQoI
Mega Arqueología. (13
de Octubre de 2015). youtube. Obtenido de youtube: https://www.youtube.com/watch?v=NtmTw6jLipw&t=4s
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